TRANSCRIPCIÓN
– Las estrellas del parque nacional no son ninguna novedad: los caballos salvajes de Garrano.
Han vivido entre estos picos durante 20.000 años.
(resonancia de los cascos de los caballos) (relinchos de los caballos) El paisaje escarpado a 5.000 pies de altura los ha convertido en escaladores fornidos y fuertes y en compañeros de confianza de los navegantes portugueses.
Pequeños y firmes, se adaptaron a la vida en las olas del océano.
Los garranos rara vez crecen a más de cinco pies de altura.
(relincho de caballo) La primavera es la época del parto, el momento de que los jóvenes se conozcan, se relajen y, sobre todo, exploren sus límites.
Para escapar de las tormentas de verano, los garranos buscan refugio en uno de los últimos bosques centenarios de montaña de Portugal.
(trueno retumba) Solo quedan unos pocos cientos de Garranos de pura raza.
(caballos resoplando) Proteger y mantener esta especie milenaria es tarea tanto del parque nacional como de los criadores privados.
Pero ellos también deben respetar las fuerzas de la naturaleza y su transitoriedad innata.
(caballos relinchando) Los caballos salvajes a veces son víctimas de los raros lobos de Geres.
Aunque los depredadores rara vez se ven, no hay duda de las huellas que dejan atrás.
Vivir con lobos significa que los Garranos nunca han perdido su instinto de vuelo.
Las nieblas que pueden regresar en cualquier momento ofrecen a los caballos un manto de invisibilidad bienvenido.
(música instrumental suave)